¿Por qué será que después de una
tormenta siempre se asoma lo mejor? ¿Por qué será que la tormenta saca lo mejor
de cada cosa? ¿Será porque genera tanto caos que después todo es grandioso?
Cuando termina una tormenta sale el sol. Cuando hay tormenta en una relación,
después solo hay sol. Cuando hay tanto caos que ya no sabes que hacer, el caos
se va, y viene solo calma. ¿Será por eso por lo que todos debemos tener un poco
de tormenta?
Una tormenta personal, donde solo
quieras lloras y romper todo, romperte vos y volver a armarte, donde solo
quieras tirar las cosas y empezar de cero, empezar de nuevo en lo que estas
haciendo. Donde te replanteas mil veces cada cosa, donde solo tenes confusión,
angustia, bronca, ganas de gritar a los 4 vientos “¿Por qué me pasa esto a
mí?” Una tormenta de esas fuertes, que
te sacuden todo, y te dan tanto miedo que queres esconderte debajo de una frazada y no salir
nunca, o hasta que pase por lo menos. Pero no, una tormenta no se pasa así, a
una tormenta se la enfrenta y se le pone las palabras justas, se la disfruta,
tómate un té y relaja, que después de esa tormenta viene lo mejor.
Una tormenta amorosa, que te sacuda
todas las estanterías, donde solo te preguntes ¿qué hice mal? Y nunca este la
respuesta ahí, donde solo puedas pasarla solo, pensando, abriéndote a vos
misma, buscando errores, pensando, eligiendo, buscando tu espacio en esa
tormenta, hasta que te sientas preparado para afrontar esa tormenta, que quizás
no es mas que eso, una tormenta. ¿Y por qué tiene que ser mal? ¿Por qué no
puede ser buena? Quizás la tormenta la necesites para que veas lo que tenes
enfrente. Ese amor que no estas valorando, ese amor que crees querer alejar,
ese amor que crees que no va. ¿Quién no necesita un poco de caos en su vida
para replantearse todo un poco? Uno no disfrutaría de los días soleados si no
hubiese tormenta ¿o no? Lo primero que decimos cuando para de llover es “Al fin
salió el sol” ¿y cuando el sol está? ¿Acaso no lo vemos? No, pero está.
Sí, la tormenta en necesaria en
cualquier momento de nuestras vidas, sin ellas quizá no tendría sentido. Sin
ella, quizá no valorarías las cosas por como son, y de eso hay un poco en cada
situación de la vida. No valoras el sol, hasta que no sale. No valoras ese
amor, hasta que se te va de las manos. No valoras el día, hasta que es de noche
y no hiciste eso que querías. No valoras la paz, hasta que llega el caos a tu
vida. Entonces, cuando esa tormenta este entrando, mirala, disfrutala, grita,
llora, patalea, descargate, rómpete y volve a arreglarte, entendela, que ella
no viene a quedarse, ella viene a que valores lo que no estas viendo con ojos
claros, ella viene a abrirte los ojos. Porque después de cada tormenta
simplemente sale el sol.
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