Hace días vengo con un nudo en la garganta que está lleno de
palabras que no puedo decir. Un nudo con palabras de despedida que tengo que
decir. Siento que me vengo despidiendo hace un mes, pero cada despedida tenía
un sabor a “nos volveremos a ver”.
Esta despedida es diferente, por lo menos para mí. Por lo
menos yo, ya no se si te volveré a ver. Creo que mi cabeza quiere buscar
explicaciones a todo esto que paso, porque todavía sigue sin entenderlo. Mi
cabeza sigue repasando una y otra vez, como tanto amor puede terminar así. Mi
cabeza todavía intenta entender como pasaron tan rápido esos años. Siento como
si hubiese sido ayer el día en que te conocí, y Dios, es una locura que haya
pasado tanto tiempo de ese día.
Tengo un millón de fotos, resumiendo esos años de amor, y
cada vez que las miro quisiera volver a cada uno de esos instantes para volver
a pasarlos. A veces me quedo colgada mirando a la nada y viajo hacia algún día
en el que fui muy feliz. Últimamente mi cabeza viaja mucho a los días en el
tigre donde nos sentábamos al lado de rio, y vos te acostabas en mis piernas y yo
te hacía mimos en el pelo. O cuando estábamos en la cama y jugábamos guerras de
cosquillas y no podíamos para de reírnos y gritar y tu mamá nos retaba para que
nos callemos.
Se que cada recuerdo se va a borrar, se que cada recuerdo se
va a ir con el tiempo y se van a reemplazar con otras personas, con otras
historias, con otros amores. Quizá mejores, quizá más fuertes. Pero igualmente
hay algo que me sigue diciendo “no, esto todavía no se termino acá.” Y aunque
yo grite, me enoje, siempre hay alguien al lado diciéndome “no, no se termino
acá.”
Mi cabeza esta viajando mucho a cada recuerdo, a cada vez
que te veía reír, mi cabeza viaja a recordarme que esa es la persona de la cual
me enamore. No de esta, que está vacía por dentro, tratando de llenar algo con cosas
que nunca van a llenar. Que no escucha, que no quiere aceptar, que no puede enfrentar
nada ni siquiera cuando se le escapa decirlo, ni siquiera cuando sus acciones
demuestran mucho mas de lo que dice. Mi cabeza analiza cada acción, cada
palabra, y termino descubriendo que decís en otra persona lo que no te animas a
aceptar en vos.
Siento que en algún momento me robaron a esa persona, llena
de risas, de planes, de ideas, de sorpresas. Siento que esa persona de la cual
un día me enamore no está.
Entendí por mi misma, que yo no era feliz, que me faltaba yo. Y ahora entiendo que también te faltas vos. Estas buscando la felicidad que no tenes en diferentes personas, en alguien que no queres ni te llena. Pero ¿Cómo demostrártelo? Si dejaste de escuchar.
Entendí por mi misma, que yo no era feliz, que me faltaba yo. Y ahora entiendo que también te faltas vos. Estas buscando la felicidad que no tenes en diferentes personas, en alguien que no queres ni te llena. Pero ¿Cómo demostrártelo? Si dejaste de escuchar.
Te volviste una persona apagada, obsesionada con la plata, y
te olvidaste de lo importante. De vos. El único que no es feliz en esta
historia, sos vos. Pero siempre va a ser mas fácil tirarle en la cara a la otra
persona “no, yo soy feliz. Vos no.” Y decirlo, créeme que decir “yo soy feliz”,
no es serlo.
Entendí, viendo todo esto, en la persona en que te estabas convirtiendo,
que era mejor dejarte ir. Que quizá lo mejor es que pases por todo esto y te
golpees la cabeza solo, y entiendas en lo que te estas equivocando.
Mi cabeza necesita soltar a esa persona, con la que me reía
horas en capilla cuando intentábamos filmar un video saltando a la pileta. Esa
persona que me llevaba a caballito a cualquier lado, en cualquier lugar del
mundo. Esa persona que antes de verme derramar una lagrima, mataba al que sea
necesario matar. Esa persona que sonreía, y sigue sonriendo al verme. Esa
persona que su mejor lugar en el mundo era al lado mío, con un vaso de coca y
doritos, en la terraza, mirando las estrellas y buscando un ovni. Y a esa
persona le estoy escribiendo, y de esa persona me estoy despidiendo.
Quizá esa persona vuelva, quizá el mundo, la vida, nos de
otra chance. Pero solo con esa persona. Sinceramente a la que esta ahora no la
reconozco, nunca la conocí. Y duele. Duele que esta nueva persona no dude en
lastimarme. No dude en buscar refugio en donde no quiere, solo donde es mas fácil,
tapando todo, negando todo.
Solo quería despedirme de esa persona que tuve al lado
alguna vez, decirle que esa sonrisa y esos ojos chinos siempre me iluminaron
cada paso. Que siempre me hicieron sentir que la vida estaba llena de magia.
Que las risas, los besos, y las cosquillas fueron mi lugar mas seguro, solo al
lado de esa persona, que hoy no está, hoy se fue. Solo a esa persona decirle
que la amo desde el primer día hasta el infinito, en la inmensidad de Naboo o
del planeta mas grande de Star Wars. A esa persona, quiero decirle que quizá cometí
errores, pero que bajaría una galaxia por verla sonreír. A esa persona, quiero
decirle, que ojalá un día aparezca, y que no sea tarde, que haya mil tigres más
comiendo wafles y mirando el rio. A esa persona, quiero decirle, que haría las
maratones de star wars mas eternas del mundo, con mil preguntas que ya se las
respuestas. Solo a esa persona, quiero decirle, que volvería a Starbucks mil
veces, ese 15 de agosto, para volver a verlo, para volver a escuchar sus
historias y volver a empezar. Solo a esa persona, que alguna vez estuvo acá, y
que sé que algún día va a volver, gracias y perdón.
Solo a esa persona, que iluminaba el mundo, quiero decirle adiós.
No hay comentarios:
Publicar un comentario