jueves, 11 de julio de 2019

A esa persona.


Hace días vengo con un nudo en la garganta que está lleno de palabras que no puedo decir. Un nudo con palabras de despedida que tengo que decir. Siento que me vengo despidiendo hace un mes, pero cada despedida tenía un sabor a “nos volveremos a ver”.
Esta despedida es diferente, por lo menos para mí. Por lo menos yo, ya no se si te volveré a ver. Creo que mi cabeza quiere buscar explicaciones a todo esto que paso, porque todavía sigue sin entenderlo. Mi cabeza sigue repasando una y otra vez, como tanto amor puede terminar así. Mi cabeza todavía intenta entender como pasaron tan rápido esos años. Siento como si hubiese sido ayer el día en que te conocí, y Dios, es una locura que haya pasado tanto tiempo de ese día.
Tengo un millón de fotos, resumiendo esos años de amor, y cada vez que las miro quisiera volver a cada uno de esos instantes para volver a pasarlos. A veces me quedo colgada mirando a la nada y viajo hacia algún día en el que fui muy feliz. Últimamente mi cabeza viaja mucho a los días en el tigre donde nos sentábamos al lado de rio, y vos te acostabas en mis piernas y yo te hacía mimos en el pelo. O cuando estábamos en la cama y jugábamos guerras de cosquillas y no podíamos para de reírnos y gritar y tu mamá nos retaba para que nos callemos.
Se que cada recuerdo se va a borrar, se que cada recuerdo se va a ir con el tiempo y se van a reemplazar con otras personas, con otras historias, con otros amores. Quizá mejores, quizá más fuertes. Pero igualmente hay algo que me sigue diciendo “no, esto todavía no se termino acá.” Y aunque yo grite, me enoje, siempre hay alguien al lado diciéndome “no, no se termino acá.”
Mi cabeza esta viajando mucho a cada recuerdo, a cada vez que te veía reír, mi cabeza viaja a recordarme que esa es la persona de la cual me enamore. No de esta, que está vacía por dentro, tratando de llenar algo con cosas que nunca van a llenar. Que no escucha, que no quiere aceptar, que no puede enfrentar nada ni siquiera cuando se le escapa decirlo, ni siquiera cuando sus acciones demuestran mucho mas de lo que dice. Mi cabeza analiza cada acción, cada palabra, y termino descubriendo que decís en otra persona lo que no te animas a aceptar en vos.
Siento que en algún momento me robaron a esa persona, llena de risas, de planes, de ideas, de sorpresas. Siento que esa persona de la cual un día me enamore no está. 
Entendí por mi misma, que yo no era feliz, que me faltaba yo. Y ahora entiendo que también te faltas vos. Estas buscando la felicidad que no tenes en diferentes personas, en alguien que no queres ni te llena. Pero ¿Cómo demostrártelo? Si dejaste de escuchar. 
Te volviste una persona apagada, obsesionada con la plata, y te olvidaste de lo importante. De vos. El único que no es feliz en esta historia, sos vos. Pero siempre va a ser mas fácil tirarle en la cara a la otra persona “no, yo soy feliz. Vos no.” Y decirlo, créeme que decir “yo soy feliz”, no es serlo.
Entendí, viendo todo esto, en la persona en que te estabas convirtiendo, que era mejor dejarte ir. Que quizá lo mejor es que pases por todo esto y te golpees la cabeza solo, y entiendas en lo que te estas equivocando.
Mi cabeza necesita soltar a esa persona, con la que me reía horas en capilla cuando intentábamos filmar un video saltando a la pileta. Esa persona que me llevaba a caballito a cualquier lado, en cualquier lugar del mundo. Esa persona que antes de verme derramar una lagrima, mataba al que sea necesario matar. Esa persona que sonreía, y sigue sonriendo al verme. Esa persona que su mejor lugar en el mundo era al lado mío, con un vaso de coca y doritos, en la terraza, mirando las estrellas y buscando un ovni. Y a esa persona le estoy escribiendo, y de esa persona me estoy despidiendo.
Quizá esa persona vuelva, quizá el mundo, la vida, nos de otra chance. Pero solo con esa persona. Sinceramente a la que esta ahora no la reconozco, nunca la conocí. Y duele. Duele que esta nueva persona no dude en lastimarme. No dude en buscar refugio en donde no quiere, solo donde es mas fácil, tapando todo, negando todo.
Solo quería despedirme de esa persona que tuve al lado alguna vez, decirle que esa sonrisa y esos ojos chinos siempre me iluminaron cada paso. Que siempre me hicieron sentir que la vida estaba llena de magia. Que las risas, los besos, y las cosquillas fueron mi lugar mas seguro, solo al lado de esa persona, que hoy no está, hoy se fue. Solo a esa persona decirle que la amo desde el primer día hasta el infinito, en la inmensidad de Naboo o del planeta mas grande de Star Wars. A esa persona, quiero decirle que quizá cometí errores, pero que bajaría una galaxia por verla sonreír. A esa persona, quiero decirle, que ojalá un día aparezca, y que no sea tarde, que haya mil tigres más comiendo wafles y mirando el rio. A esa persona, quiero decirle, que haría las maratones de star wars mas eternas del mundo, con mil preguntas que ya se las respuestas. Solo a esa persona, quiero decirle, que volvería a Starbucks mil veces, ese 15 de agosto, para volver a verlo, para volver a escuchar sus historias y volver a empezar. Solo a esa persona, que alguna vez estuvo acá, y que sé que algún día va a volver, gracias y perdón.
Solo a esa persona, que iluminaba el mundo, quiero decirle adiós.

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