No sé cuantas veces tenga que despedirme. No sé cuantas
veces tenga que aceptar que sos confort y no sos lo que elijo. Quizá deba dejar
supurar algunas heridas hasta que sanen nuevamente. No entiendo porque caí de
nuevo. Quisiera echarle la culpa a mercurio retrogrado, pero sé que no fue él,
fui yo y mi inseguridad constante.
Necesito soltarte otra vez. Aunque también se que jamás te
volví a sostener. Hay palabras que por orgullo nunca te quise decir. Pero si no
las digo no puedo avanzar. Se que suena egoísta. Se que te estoy tirando lo de
adentro sin pensar en vos. Que estas en pampa y la vía sin saber para donde
caminar. De verdad tengo que elegir esta vez. Tengo que elegirme. No puedo
tener a otra persona colgando de mis dudas, no es justo.
Necesito sacarte de acá. Los recuerdos me pesan un montón, y
cuando digo un montón es porque realmente es mucho. Vi esa foto de nosotros
abrazados y entendí que es lo que estaba sosteniendo todavía. Justamente ese
abrazo. Nunca di abrazos tan sinceros y cargados de amor como los que te
regalé. Pero los necesito de nuevo. Formaste parte de mi mundo. Pero ya no y
los necesito otra vez. Me costo un montón dejarte ir y a veces me cuesta un
montón aceptar que ya no sos vos y que es otra persona. Mas de una vez quise
soltar todo a la mierda y que volvamos a intentarlo nosotros. Mi lugar de
confort. Mi lugar controlado. Pero no es así.
Muy lindo todo. Pero no. No funcionamos. Pasamos cosas
horribles, pero también cosas hermosas que son difíciles de sacar. Agradezco
que un abrazo nuestro haya quedado plasmado en una foto para recordarme como
amé y como puedo amar (para cuando no me sienta capaz)
Para irme tengo que dejarte algo que no me pertenece a mí,
te pertenece a vos. Y yo necesito sentarme en el lugar en el que estoy. Porque,
a pesar de todo, se que es el lugar que quiero.
Te di lo que pude y lo ultimo que puedo darte son buenos deseos y
desearte una buena vida. Pero no quiero formar parte de vos. No importa cuantas
veces me confunda, se que no sos lo que elijo hoy. Y se lo que elijo y donde
quiero estar.
No digo que no me dan ganas de llorar. Pero es ese llanto de
“gracias por tanto”, y de nostalgia por dejar ir una parte. Cuesta. Pero lo
vale. No puedo elegir el confort. Necesito elegir mi felicidad y con quien
compartirla. Y no es con el confort, es con el que aporta. Perdón, pero no
puedo ser como vos. No puedo quedarme con lo fácil. Prefiero tirarme a la
pileta y jugarme. Al final de cuentas lo importante esta ahí. En lo que no esta
controlado. En lo que te desalinea un poco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario