Que horrible es ser presa de los miedos. Quisiera no serlo.
Pero lo soy. No hago lo suficiente para no serlo tampoco. Es que a veces no soy
presa, a veces los tomo como consejos del mas allá.
Yo se lo que vas a decir. Que esa frase es de los cobardes.
Yo soy cobarde. Así que deja que sea mi excusa. O mejor no me dejes.
Se que las cosas que más miedo dan son las que te hacen
vivir. Pero también te hacen sufrir. Te juro que quisiera agarrar todos mis
miedos y tirarlos a la basura. Pero también los quiero abrazar fuerte. Son mi
escudo antibalas. No me arriesgo a sufrir. Ni a ser lastimada. – Tampoco a ser
amada. – dijiste, casi por lo bajo. Y si que vale la pena amar y ser amada.
Quiero largar todos mis miedos y jugármela por él. Quiero
verlo. Quiero dejar fluir todo lo que me hace sentir. Pero ¿y si sufro? Quiero
verte porque se que pones en claro todos mis esquemas. Esos esquemas que están
bastante mareados y desordenados. No se como haces. Pero lo haces tan fácil. Y
al mismo tiempo, quiero no verte más porque arreglas mis esquemas y no quiero.
No quiero que seas la pieza que le falta al rompecabezas. Pero cuando no te
veo… dios, solo quiero mirarte y presumirte. O presumir como tus ojitos brillan
y sonríen cuando me miras. ¿Acaso el miedo me frena o me aconseja? No se… solo
se que cada vez que le hago caso vos te alejas un poquito.
¡Basta, boluda! Para conseguir lo que queres tenes que salir
y jugar. No importa que estes un poco lesionada. Entra y juga antes de que
jueguen por vos. ¡Juga, cagona!
- ¿Y si pierdo?
- ¿Y si ganas?
- Tengo miedo.
- Lo sé, pero así se consigue.
Juga. EL miedo no puede tenerte siempre en esa cajita. Esa
cajita de cristal. No todo es sufrir. Y, así y todo, sufrir es parte de vivir
también.
¡Estas viva, tonta! Ponete el disfraz de valiente y salí a
tropezar. Agarra todo y anda con el que te arregla los esquemas, aunque te
joda. Aunque no sea lo que pensas. Anda. Si te ordena y te genera caos es lo
que necesitas. No se encuentran seguido personas que te generen orden y
desorden, y siempre son las que valen la pena.
-
¿Y entonces?
-
El miedo es ausencia de valor.
-
Entonces, ¿no existe?
-
¡Existo! Pero formo parte de vivir..
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