Andate. Agarra tus cosas y andate. O deja, me voy yo. Agarro
todas mis cosas y te dejo. Me voy ahora mismo. No pienso quedarme en un lugar
lleno de recuerdos vacios. Quedate, en serio. Quedate, me voy yo. Soltame. Deja
que me vaya. Dejame irme por esa puerta y no volver. No puedo y no quiero
quedarme un segundo mas en esta habitación. Una habitación llena de recuerdos y
de dudas. Tus dudas. Así qué, quédate vos. Total, esta lleno de tus cosas.
Dejame irme, carajo. Ya tengo todas mis cosas en el bolso.
Estoy cerrando la puerta. Asi que dale, soltame. Dejame irme. Ya no quiero
estar acá. Quiero irme. Quiero correr a buscarme, no me encuentro hace rato.
Soltame, por favor. A mi también me costo soltarte. Tuve el
corazón partido en una mano, y con la otra te tenía del brazo. Llore. Grite.
Patalee. Pensé que me iba a morir de dolor. Pero no, no paso. Resurgí como el
ave fénix. Así que entendeme si no me ves volver entrar por la puerta.
¡Soltame ahora, boludo! Es el momento. Mientras sigas en esa
ambivalencia de no saber que hacer, de no saber a donde patear, no vas a
entender lo que estas haciendo. Abrí los ojos. Entende. Ya no estoy
acá.
Agarré mis cosas y me fui. No podes buscarme cada vez que te
sentís solo, cada vez que recordas que no estoy. No podes buscarme cada vez que
los recuerdos te abomben. Hace tu duelo y soltame. Mientras sigas tapando el
dolor, no vas a poder avanzar. Entendelo. Y soltame de una puta vez. Yo ya no
sigo acá.
Esa habitación llena de mi, son solo recuerdos. Así que
soltame vos. Aunque lo grites, lo digas, no soltaste. Entende que me fui. Me
costo. Pero me fui. Y cuando cerre la puerta, le puse un candado, y tire la
llave a un pozo sin fin, para no volver.
Yo te solté. Quede destrozada. Devastada. Pero estaba peor
estando ahí sin querer estar. El amor ya no era amor y yo necesitaba chocarme
conmigo.
Te solté para agarrarme. Me tenía colgando del vacío solo
para sostenerte a vos. Que sostenías tu egoísmo.
Así que ahora soltame. No me sostuviste cuando lo
necesitaba. No me sostengas ahora que puedo sola. Yo ya no te agarro más. Ahora
me sostengo a mi y no pienso soltarme nunca más. Mucho menos para agarrarte a
vos.
Vacia esa habitación de una vez. Sacate de la cabeza ese
pensamiento de que voy a volver a agarrarte de la mano. Ya no voy a estar cuando te caigas. Así como vos tampoco estuviste cuando me caí. Ya está. Ya
tiré todo. Queme todo. Corte ese hilo rojo que nos unía. Grite basta. Rompí
cada promesa de “es para siempre”.
Así que basta para mí, basta para todos. Basta para vos.
Solta vos también. Porque por mucho que me agarres, yo tire todo al vacio, lo
queme. Eso lo lograste vos. Lo lograste con tu egoísmo. Así que basta. Soltame.
Porque esta vez, por mucho que me agarres, ya me fui. Y yo. Yo ya no te voy a
sostener nunca más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario